Seguramente has oído que el desayuno es la comida más importante del día. Es algo con lo que todos los padres suelen estar de acuerdo, ya que en muchos países se alienta a los niños a sentarse por unos minutos para incorporar algo de energía para el día. Es un hábito excelente que podemos incorporar también en la vida adulta.

El bienestar captura cada vez más atención, lo que hace que sea fundamental que incorporemos hábitos saludables, incluido el desayuno. Los biscotti italianos para el desayuno son una forma fantástica de incorporar algo de sustento a nuestro ritual de café por las mañanas.

Los biscotti da inzuppare (galletas para remojar) son un clásico de todos los tiempos. Son deliciosos y bastante fáciles de preparar, ¡especialmente si sigues nuestra receta de desayuno italiano!

Qué necesitas

Antes de empezar, asegúrate de tener todos los ingredientes a mano para esta receta.

2 huevos grandes
50 ml de aceite (vegetal o de oliva)
50 ml de leche
115 g de azúcar blanco
Cáscara rallada de 1 naranja
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de polvo para hornear
Una pizca de sal
300 g de harina común
Azúcar en polvo para espolvorear

Mezcla los ingredientes

Bate los dos huevos en un tazón grande. Luego, agrega el aceite, los 100 g de azúcar y la cáscara rallada de naranja. Mezcla bien y luego agrega la harina, la sal, el bicarbonato de sodio y el polvo para hornear. Se recomienda mezclar estos ingredientes lentamente con un tenedor.

La mayoría de las recetas de biscotti italianos incluyen huevos o leche. Ambos les dan una textura ligeramente más suave. Significa que puedes decidir si quieres remojar o no el biscotti, ya que aun si no lo remojas, no será tan duro para comer. Recomendamos que agregues la leche gradualmente después de haber mezclado todos los demás ingredientes. Puede que no la necesites toda; solo agrega la cantidad suficiente para evitar que la masa quede dura.

Forma una masa

¡Nuestra receta de biscotti italianos es muy práctica! Es hora de dejar el tenedor a un lado y de poner manos a la obra. Sigue mezclando los ingredientes hasta formar una bola de masa. Dado que agregar la cantidad adecuada de leche no es fácil, en este punto puedes determinar si la masa está demasiado dura o muy pegajosa.

Si la masa se siente seca y pesada, agrega un chorro más de leche y trabájala con las manos hasta que se suavice. Si no logras formar una bola y la masa se te pega en las manos, agrega un poco más de harina.

Dales forma a los biscotti

Antes de avanzar al paso siguiente, necesitamos preparar el horno. Esta receta de biscotti italianos necesita una temperatura de 320 a 350 grados Fahrenheit. Coloca papel manteca sobre la bandeja para hornear y déjala preparada. En este momento necesitarás los 15 g de azúcar adicionales de la lista de ingredientes. Colócala en un plato para luego enrollar los biscotti allí.

Puedes decidir de qué tamaño hacer los biscotti. Con un trozo de masa de 40 g a 50 g harás biscotti más pequeños, y con 70 g a 80 g podrás hacer biscotti más grandes. Separa trozos de masa y forma bolitas con las manos. Luego, forma cilindros y pásalos por el azúcar.

Hornea

Coloca los cilindros de masa en la bandeja para hornear y aplástalos un poco. Cuando agregues los demás biscotti en la bandeja para hornear, asegúrate de dejar algo de espacio entre cada uno. Si no queda suficiente espacio entre ellos, probablemente se peguen durante la cocción. Una vez que estén acomodados en la bandeja para hornear, espolvoréalos con azúcar impalpable.

Hornea las galletas en el centro del horno durante 20 minutos. La cáscara rallada de naranja les da a estos biscotti una fragancia particularmente deliciosa. Dado que todos los hornos son diferentes, puedes ir controlando los biscotti para ver si están de un color ligeramente dorado y si se inflaron. Si es así, ¡ya están listos! Colócalos sobre una rejilla para que se enfríen.

¡Hora de disfrutar!

Tus biscotti italianos para el desayuno ya están listos para disfrutar. Son una opción excelente para un desayuno saludable con tu café de la mañana, pero también puedes disfrutarlos a media mañana o por la tarde. Guarda el resto de los biscotti en un contenedor hermético para comerlos más tarde.

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