Adoptar una mentalidad sostenible puede parecer abrumador para muchos, pero hasta el más mínimo cambio puede contribuir con un futuro mejor. Partir de una rutina aparentemente mundana, como preparar café, puede ser una oportunidad para aprender cómo llevar una vida consciente y sostenible.
El café, la popular bebida que nos ayuda a empezar el día, deja una huella medioambiental. Con conocimiento y compromiso de cambio, podemos transformar nuestros hábitos cafeteros en un acto sostenible de consumo consciente. Si aprendes a llevar un estilo de vida más sostenible y adoptas prácticas respetuosas con el medio ambiente, podrás minimizar el impacto sin mermar la calidad y el disfrute de tu experiencia con el café.
El cambio climático puede tener un impacto significativo en la productividad y la calidad del café, además de poner en riesgo la supervivencia de los agricultores, que dependen del éxito de sus cosechas. Al comprar granos de café sostenibles, también estás invirtiendo en la lucha contra los efectos nocivos del cambio climático.
El uso de máquinas también puede afectar el medio ambiente. Puedes optar por utilizar una moca o una prensa francesa para reducir el consumo de electricidad y tener un impacto medioambiental menor en tu hogar.
Si no eres de los que se preparan el café en casa, siempre puedes pedir una taza reutilizable al comprar café. Es una de las formas más fáciles de ser sostenible en la vida cotidiana, y este hábito por sí solo puede contribuir mucho a la sostenibilidad.
¿Puedes reciclar los residuos de café? Hay varias formas de reciclar la borra de café, como utilizarla para hacer un exfoliante natural para la piel. Los residuos de café también sirven para neutralizar los malos olores de la nevera.
Si te gusta la jardinería, también puedes reutilizar los residuos de café como abono para tus plantas. La borra de café es especialmente eficaz para eliminar babosas y caracoles, de modo que no puedan invadir tus plantas de interior. Sin embargo, debes compostar los residuos durante al menos 100 días para reducir algunas composiciones de la borra de café, como la cafeína, los taninos y el ácido clorogénico.
Hay muchas formas de cambiar tus rutinas e intentar vivir de forma más sostenible. Puedes empezar a incorporar pequeños cambios de hábitos en favor de la sostenibilidad.
ENVASES REUTILIZABLES
Para empezar a vivir de forma sostenible, puedes llevar recipientes reutilizables, como tazas de viaje, dondequiera que vayas.
También puedes emplear recipientes reutilizables cuando hagas las compras, así no necesitarás demasiadas bolsas de plástico para llevar los productos a casa.
Si no tienes tiempo de prepararte el almuerzo, llévate una fiambrera vacía de casa y utilízala para las sobras cuando compres el almuerzo. Puedes hacer lo mismo con las bebidas que compres. Existen muchos vasos de moda y sorbetes de metal para un estilo de vida sostenible sin plásticos de un solo uso.
USO PRUDENTE DE LA ENERGÍA Y LA ELECTRICIDAD
Ahorrar energía y electricidad no significa limitar su uso, sino optimizarlo desactivando todo lo que no se utilice. ¿Apagas las luces de tu casa cuando vas a salir? Si la respuesta es afirmativa, ¡estás contribuyendo con la sostenibilidad! También puedes sustituir las bombillas por lámparas de bajo consumo, que proporcionan la misma cantidad de luz con un 75 % menos de energía.
Haz lo mismo con el lavavajillas y la lavadora. Es mejor utilizar la lavadora con cargas completas y con menos frecuencia. No solo ahorrarás energía y aplicarás la sostenibilidad en tu vida cotidiana, sino que también reducirás tu factura de electricidad.
PRESTAR ATENCIÓN A LAS ETIQUETAS DE LOS PRODUCTOS
Ahora es más fácil que nunca encontrar productos ecológicos y ayudar a quienes promueven un estilo de vida sostenible.. Varias organizaciones, como Rainforest Alliance, certifican los productos sostenibles antes de que salgan al mercado, y tú puedes diferenciar estos productos certificados por su etiqueta.
Estas organizaciones establecen normas estrictas y evalúan minuciosamente si los productos cumplen con los principios de sostenibilidad. Las empresas que obtienen estas certificaciones prestan atención a las técnicas de cultivo respetuosas con el medio ambiente, reducen su huella ecológica, fomentan la eficiencia de los recursos y le dan prioridad al bienestar de los trabajadores y de las comunidades implicadas en el proceso de producción.