La importancia de la formación en el trabajo para pequeños productores en Vietnam.
Antes de servirse, cada grano de café pasa por un largo viaje que lo lleva desde la siembra hasta la recolección y, detrás de cada viaje, hay comunidades de personas que trabajan para obtener el mejor producto al gusto.
Por lo tanto, la Fundación Lavazza tiene una estrecha relación con las comunidades en las que trabaja a través de programas diseñados para el desarrollo de espíritu emprendedor sostenible que genera la mejora de las condiciones de vida de toda la comunidad.
Es por eso que tenemos una estrecha relación con las comunidades agrícolas de Vietnam, donde los cambios climáticos repentinos, las fuertes lluvias fuera de temporada y los períodos de sequía prolongados son un problema real que afecta la producción y el trabajo de 1,245 pequeños productores locales.
En colaboración con Olam e ISLA (iniciativa para paisajes sostenibles), la Fundación Lavazza proporciona asistencia y formación técnica a pequeños productores vietnamitas a través del método de las escuelas de campo para agricultores. Dentro del programa se realizan pruebas de las características del suelo para identificar qué variedad de abono se debe utilizar, se crean sistemas innovadores de irrigación, y se cultivan árboles de sombra para proteger el café de la exposición excesiva al sol o a las lluvias repentinas.
El objetivo es mejorar la eficiencia de los sistemas de irrigación, reducir la emisión de gases relacionados con la producción y crear soluciones para gestionar el cambio climático.
Sostenibilidad
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