El café soluble es ideal para cuando necesitas un energizante rápido sin la necesidad de contar con máquinas. Fácil de preparar y portátil, el café soluble es ideal para tener guardado en las alacenas o para usar cuando estás sobre la marcha. En el artículo siguiente, exploraremos cómo preparar un excelente café soluble en tu casa, en tan solo un instante.
El café soluble se elabora con granos de café mediante procesos productivos para obtener gránulos o polvo, o un concentrado líquido. Pese a la insistencia de que el café soluble no es verdadero café, casi el 50 % del café del mundo es de hecho el soluble.
Cada año, se venden alrededor de 40,000 toneladas de café soluble en los EE. UU. y en algunos países su consumo es más extendido que el café de filtro. No obstante, capturar la verdadera esencia de los granos de café y obtener un buen sabor fue un desafío continuo que duró por más de dos siglos con organizaciones intentando replicar el perfume y el aroma del grano de café entero recién preparado. Ahora veamos cómo se elabora el café soluble para que quede delicioso.
Tueste
Todo comienza con el tueste. Primero, se tuestan los granos de café verde para resaltar su sabor y su aroma. El proceso se realiza tradicionalmente en una planta de tueste: se colocan los granos en un tambor giratorio junto con gases de combustión calientes. Esto lleva de ocho a 15 minutos a temperaturas de hasta 165 grados. El tueste de lecho fluidizado continuo puede ser otra opción para obtener un sabor más suave y una mejor retención del aroma debido a la menor temperatura del tueste.
Molienda
El café se convierte en polvo mediante unos rodillos con muescas que se utilizan para triturar los granos y obtener una molienda fina, con un tamaño de partícula de entre 0.020 y 0.043 pulgadas.
Una vez tostado y molido, el café se disuelve en agua y se cuela a una temperatura de entre 150 y 180 grados. El concentrado resultante será de entre el 15 % y el 30 % en términos de masa. Finalmente, se utiliza evaporación en vacío o concentración por congelación para crear el producto final.
Secado por pulverización
Las secadoras por pulverización que involucran equipamiento de gas caliente o de vacío alto pueden usarse para evaporar el agua del extracto del café preparado. Comúnmente se utilizan secadoras por pulverización para secar un líquido más rápidamente y obtener un polvo en seco.
Atomización por boquilla
Este proceso, que tarda entre cinco y 30 segundos según el tamaño de las partículas, reduce sustancialmente la humedad del café soluble.
El café liofilizado ya casi está listo
Para obtener el producto final, el extracto se congela y se quita el líquido mediante un proceso denominado sublimación; en el que un sólido pasa directamente a la etapa gaseosa y se saltea el estado líquido.
Aromatización
Se agregan sabores aromáticos al café soluble para reemplazar los que se perdieron durante el proceso de preparación y secado. En este punto, se produce la conversión del producto a la forma soluble.
Ahora, exploremos qué se necesita para preparar un café soluble de gran sabor.
Te recomendamos que sigas estos simples consejos para mejorar tu taza de café y para que tu experiencia con café soluble sea más placentera. Estos consejos te ayudarán a evaluar la reputación del café instantáneo y podrás probar algo totalmente inesperado en términos de sabor.