Cada chef tiene su propia filosofía gastronómica, y la de Carlo Cracco gira en torno a tres conceptos fundamentales: los retos, la investigación y la síntesis. Para el chef, cuando se trata de combinar sabores, no se debería hacer énfasis en la diversidad, sino en los nuevos sabores que emergen como resultado de esa excepcionalidad.
Experiencia, observación y conocimiento del mundo son factores determinantes en la cocina de Carlo Cracco. ¿Pero cómo evolucionaron su carrera y su exhaustiva investigación sobre el gusto?
Para responder esta pregunta, debemos remontarnos a 1986 cuando, con solo 21 años, el chef Cracco conoce a su mentor en Milán, Gualtiero Marchesi, el primer chef italiano en ser galardonado con tres estrellas Michelin. Fue el momento crucial que lo condujo a su puesto de chef ejecutivo del restaurante Cracco-Peck, que rápidamente se convirtió en uno de los restaurantes más populares de Milán y ganó dos estrellas Michelin.